YA SÉ POR QUÉ ME GUSTA CORRER.

¿Por qué estoy corriendo como nunca lo había hecho en mi vida? La respuesta más cercana a la realidad es: porque estoy vivo.

Una de las formas de agradecer mi vida, es corriendo. Al correr, genero una ola de agradecimiento hacia Dios y a la vida. Es como si recitará un mantra diferente en cada carrera. Amo correr.

No recuerdo si en el jardín, primaria o secundaria, corría o amaba hacer ejercicio. Creo que no porque era gordito y a esa edad muy pocos quieren ejercitarse por su propia cuenta. Yo sólo quería comer.

Años más tarde, empecé a ir a correr con algunas primas todas las mañanas antes del amanecer. Después de platicar, reír, correr cinco minutos, seguir hablando y riendo, dábamos por finalizada la carrera y cambiabamos el camino hacia una panadería cercana a Los Carriles (lugar donde nos ejercitábamos en Coatepec). Lo único que logramos fue unirnos como primos. No estuvo nada mal.

La próxima vez que decidí ponerme unos tenis (que no eran los adecuados para correr) y salir a dar zancadas, fue al rededor de los 22 años. Era como una montaña rusa, muchas veces, fue la pereza lo que hizo que abandonara el ejercicio.

Y durante un tiempo corría y abandonaba la pista y lo repetía continuamente. Yo pienso que nadie nos presentó como se debe. 

Una de mis mayores inspiraciones es Haruki Murakami y su obra maestra «De que hablo cuando hablo de correr». Dicho libro lo he releído tres veces, es como una biblia. Influyó mucho en mi toma de decisión para correr.

Muchos dicen que es un ejercicio de moda, muchos más dicen que hacer ejercicio es bueno para nuestra salud mental, física y emocional. YO SALGO A CORRER PORQUE ASÍ, SE ME QUITA LO LOCO.

Desde hace unos meses, me puse los tenis para correr y pese a los días de flojera, fatiga, sueño, cambios de clima, lo que fuese, tenía ganas de aprender lo más de este deporte. Sigo teniendo ganas de hacerlo mío, de sacar lo mejor de mí en las calles, en las pistas o del campo al momento de correr.

Correr me quita el sueño, me hace comer más, le da fuerza a mis músculos, me hace sudar y me recuerda que estoy vivo al sentir que mi presión arterial sube, me demuestro que soy capaz de lograr lo que sueño, lo que quiero, otras veces lo que no quiero. Al correr, también me he aprendio a no exigirle a mi cuerpo más de lo debido, por esa necedad lo he llegado a lastimar. 

Soy mi propia inspiración pero también debo basarla en más personas (amigos) o situaciones que me hagan tener en cada carrera más ganas para romper tiempos y ritmos. También quiero ser la inspiración de aquellos que apenas empiezan e incluso de quienes están corriendo. Esto va de la mano a todos los proyectos que están y tengo en camino. Es una cadena.

Amo correr.

Hacer deporte es un chingoneria, lo único malo es que debes abandonar ciertos hábitos que solo entorpecen el seguimiento. Déjalos, aunque cueste un huevo y medio. Yo encantado de tener más amigos que gusten de correr.

Por el momento, seguiré soñando con mi primera carrera de 5km. Ya casi.

Aquí, el inicio de un programa de Nike Run Club para hacer de agosto, el mes con más kilómetros. Mucha inspiración. Mucha vida.

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